La formación cristiana alimenta la inteligencia con la doctrina de la fe, ayuda al alumno a adquirir hábitos de conducta y de piedad personal y a vivir, como hijo de Dios. La formación y la atención espiritual que se ofrece en el Colegio, se realiza de acuerdo con los principios fundamentales de la doctrina católica, teniendo un carácter voluntario y con el mayor respeto por la libertad de las conciencias.